La higuera (Ficus carica) es el árbol del cual proviene el higo. De acuerdo a clasificación botánica el higo no es propiamente un fruto, sino una ‘infrutescencia’, es decir un conjunto de frutos, ya que existen aproximadamente 750 especies distintas de higos, entre los cuales hay comestibles y no comestibles. Las especies que son aptas para el consumo humano contienen una sustancia que recibe el nombre de cradina que favorece la digestión. El higo es también una fuente importante de carbohidratos y de vitaminas A, B1, B2, B3 y C. El higo ha sido símbolo de fertilidad desde la antigüedad. En Egipto existe un dibujo que hace alusión a su recolección en una de las paredes de la pirámide de Gizeh. Los bereberes (grupo étnico del oeste del valle del Nilo) acostumbran plantar higueras junto con sus cultivos principales para propiciar una buena cosecha.

Los higos verdes o inmaduros pueden ser difíciles de digerir, procura consumirlos cuando estén maduros. Al madurar, la cáscara de los higos se oscurece un poco y se ponen más suaves al tacto. Algunas personas son alérgicas al contacto con la lechecilla, sin embargo, aunque no presentes alergia (hinchazón o comezón en la piel) te recomiendo lavarte muy bien si tu piel toca la lechecilla y no exponerte al sol, pues produce una reacción pudiera mancharla.

Prepara un rico Almíbar de Higo que puedes disfrutar solo o emplearlo para darle un sabor en el que predomina el higo en tu coctel de frutas estilo Guerrero.